Creo
que este libro nos enseña cosas que ya sabemos pero en las que no pensamos muy
a menudo.
Me ha ayudado a comprender mejor cómo aplicar
la ética en mí día a día, distinguiendo lo bueno de lo malo, y a saber que
todos y cada uno de nosotros somos libres, lo cual, en realidad, es un asunto
serio y muy complejo ya que no hay una única solución para un problema, hay
infinitas, y cada una hará que nos enfrentemos a unas determinadas
consecuencias. Por esto hemos de ser responsables y consecuentes de nuestros
actos porque muchas veces obraremos equivocadamente y dañaremos al prójimo o a
nosotros mismos sintiéndonos culpables de no haber usado bien nuestra libertad.
También
sabía que todos nacemos influenciados por una cultura y que el lenguaje es la
base de ésta, pero me costaba entender cómo unos necesitábamos a
otros, ahora lo tengo claro, para ser felices necesitamos a los demás y ellos a
nosotros, necesitamos compartir experiencias, reconocer que todos somos
iguales y crecer juntos, ya que sin
nadie que nos enseñe a hablar, escribir o leer jamás podremos aprender solos y
por consecuente no entenderíamos el
mundo que nos rodea. Pero, para que todo
esto pase, hemos de ponernos en el lugar del otro haciendo un esfuerzo por
comprender lo que nuestros semejantes esperan de nosotros pues lo más normal
del mundo es que ellos nos traten de la misma forma que nosotros los tratamos a
ellos .
Tampoco
había oído nunca el término “puritano” ni sabía que su ideología se basa en que
cuando sufren viven bien y cuando no sufren viven mal, yo, claramente estoy en
contra de este pensamiento, creo que los
placeres de la vida no hacen más que hacernos felices, y mejorar si es posible
nuestra existencia, es verdad que creo que no hay que excederse en el uso del
placer de tal forma que olvidemos quienes somos, dejando que estos tomen el
control de nuestra vida, pero en ninguno de los casos hemos de privarnos de
ellos ya que es una tarea inhumana, porque tenemos un cuerpo sin cuya
satisfacción y bienestar no hay buena vida que valga.
Para
terminar, el último capítulo ha sido el que más me ha gustado, porque trata el
tema de la política, el cual está muy al día. He descubierto que la ética y la
política se asemejan pero a la vez se diferencian y que decir que el mundo es
políticamente invivible es incorrecto ya que en todas las épocas ha habido
personas capaces de ser felices en situaciones peores a la nuestra o que al
menos se han empeñado en vivir bien sin esperar a que todo sea perfecto.
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