Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus maravillas.




Entonces, ahora, nos encontramos con un dilema: Si soltamos a los hombres que han estado toda su vida sin poder girar el cuello y les dejamos que vean la realidad ¿ Ellos creeran que lo que ven no es real (ya que para ellos la realidad son las sombras que han podido ver) o se adaptaran y reconocerán que lo que están viendo era la verdadera realidad que se les vio negada?